Sábado, 10 Octubre 2020 13:04

Enfermedades no transmisibles y Covid 19

Las ENT y sus factores de riesgo metabólicos, conductuales y ambientales se asocian a una mayor susceptibilidad a la infección por el SARS-CoV-2 y un aumento del riesgo de cursar con un tipo grave de COVID-19 y fallecer. La pandemia ha afectado gravemente los servicios de diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y cuidados paliativos destinados a las personas que viven con ENT. La pandemia y las medidas que se han adoptado para hacerle frente (por ejemplo, las órdenes de confinamiento) han dado pie a que algunas personas presenten determinados factores de riesgo conductuales para ENT, por ejemplo, inactividad física, dieta malsana y consumo nocivo de alcohol. Habida cuenta del potencial aumento de las complicaciones cardiovasculares y respiratorias en los supervivientes de la COVID-19, cabe esperar que a largo plazo la presión sobre los servicios de salud aumente una vez que estos se restablezcan.

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Reconociendo la falta de progresos mundiales suficientes en la lucha contra las enfermedades no transmisibles, así como el hecho de que muy probablemente no pueda alcanzarse la meta 3.4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, estableció, en octubre de 2017, una nueva Comisión Independiente de Alto Nivel sobre Enfermedades No Transmisibles. Las recomendaciones recogidas en el presente informe están dirigidas a los Jefes de Estado y de Gobierno y las instancias normativas de todos los sectores gubernamentales, así como a otras partes interesadas, como contribución a la tercera Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles.

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En este documento se presenta el modelo de atención de personas con enfermedades crónicas (MAPEC) y la estrategia nacional de Argentina que se impulsa desde la Dirección de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles en conjunto con el Programa Redes. La atención de personas con enfermedades crónicas no transmisible requiere pasar de un modelo reactivo, centrado en la enfermedad a un modelo proactivo y planificado centrado en la persona y su contexto. Un modelo que garantice una buena calidad de atención, facilite el seguimiento longitudinal favorezca la participación activa de la persona con enfermedad crónica y promueva la adherencia al tratamiento. La atención de personas con enfermedades crónicas requiere un abordaje biopsicosocial que haga foco en la adherencia, y que tenga en cuenta el contexto social y cultural de la persona. Para esto, es necesario contar con un equipo interdisciplinario con funciones y tareas claramente definidas para cada uno de sus miembros.

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